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Durante un viaje de investigación en China en 2008, Shane Kohatsu, jefe de Nike de Innovación para la sección de baloncesto, se dio cuenta de que los jugadores locales llevaban de todo para jugar, desde zapatillas de correr a botas de senderismo. Principalmente el juego en China es en el exterior y las condiciones de calor y humedad hicieron que los jugadores adaptaran su calzado al asfalto.
Shane y sus colegas en la cocina de innovación de Nike, pensarón que podrían ayudar a estos atletas, combinando lo mejor de ambos mundos. Su solución fue tomar tres materiales y fusionarlas en un solo material, para crear un calzado que resistiese el calor y tuviese una mayor transpirabilidad.
La tecnología Hyperfuse pronto fue adoptada por otras categorías de deporte de Nike. Ben Shaffer la aplicó a algunos de los estilos más venerados de Nike como la Air Max 90 y el Air Force One.
